A los filósofos de joven espíritu, respecto al 15M

octubre 15, 2011

"El Pensador" de Rodin. Fotografía de: Pedro Etura/A photo AgencyNosotros, amantes de la crítica, el conocimiento y la reflexión, hemos tenido la suerte de ser depositarios del pensamiento profundo de innumerables mentes a lo largo de la historia. Sin embargo, este legado de intensa reflexión que hemos recibido resultará vano si no lo usamos para actuar en el Presente y tejer nuestro futuro. Por eso, compañeros, debemos estar en las plazas y aportar la visión inquieta y crítica que siempre ha caracterizado a la Filosofía.

Es nuestra responsabilidad como ciudadanos; como individuos que se reconocen mutuamente como iguales; como sujetos con plena legitimidad para hablar y decidir sobre el espacio público y nuestra vida en común. Participemos en las plazas y, unidos, compartamos, dialoguemos, argumentemos y reflexionemos. Todo lo que hemos aprendido hasta ahora podrá servirnos, junto a los aportes de compañeros de otros campos, para interpretar, sugerir, refinar, enriquecer, objetar, comprender, analizar, atisbar y trazar, caminando, los múltiples caminos que ahora se nos abren como posibles.

En este punto de inflexión de nuestra historia, la Filosofía ha de ser, más que nunca, Filosofía del presente; y la teoría, por su parte, nueva praxis transformadora. El pensamiento activo, la conciencia y la crítica pueden ahora cultivarse mejor, y a ello podremos contribuir nosotros con nuestra humilde acción. Nuestro lugar, hoy, no son las clases, los despachos y las bibliotecas, sino las calles, las plazas y las acampadas. Saquemos los libros a las calles y acerquemos su contenido a aquellos otros compañeros que no han podido disfrutarlos. Cultivémonos también con sus aportaciones. Llevemos la disquisición y la argumentación filosóficas a los debates. Alimentemos la grata diferencia y ayudemos a armonizarla. Dignifiquémonos con la acción inmediata y liberadora en el presente. Establezcamos lazos y construyamos el Rizoma, la urdimbre que ya comienza a florecer con la ayuda de Internet.

Materialicemos, pues, con nuestro caminar, aquellos posibles que antaño no pudieron hacerse realidad junto a otros nuevos que el Futuro aún aguarda por ensayar.

Compañeros amantes del pensar:

¡Toda la filosofía a las plazas!

Juan C. Valls

Puedes citar este artículo como:

Valls, J. C. «A los filósofos de joven espíritu, respecto al 15M», La prisión mental. URL: https://laprisionmental.wordpress.com/2011/10/15/a-los-filosofos-de-joven-espiritu-respecto-al-15m/.


De los trazos del pasado a los trazos del futuro (Movimiento 15M)

agosto 8, 2011

Las protestas del llamado movimiento 15M no decaerán, al contrario de lo que muchos predicen fallidamente sin cesar. El estallido podría no haber sucedido el 15M. Podría haber sido antes, o tal vez después, pero lo cierto es que ocurrió porque tenía que ocurrir. La tensión que se acumula sin pausa en las capas de la sociedad que más sufren los desmanes económicos acaba alcanzando, tarde o temprano, un punto crítico en el que necesariamente esta debe escapar de alguna forma. Las protestas convocadas para el 15 de mayo y las posteriores acampadas fueron tan solo el catalizador de la reacción esperable para la cual ya se reunían todas las condiciones necesarias. A finales de mayo estalló en las calles la indignación que desde hacía tiempo se había gestado en las asociaciones ciudadanas (plataformas para la huelga general y contra los recortes sociales) y en Internet (movimientos en blogs, foros y redes sociales). Sin embargo, todavía hoy la rabia y la ira —las caras de la desesperación— no han hecho acto de presencia.

Las autoconsideradas clases medias comienzan a darse cuenta de que no son más que clases precarias con atuendos chic, perfumes recargados, tecnologías de ciencia-ficción y abalorios fashion que han sido sostenidas artificialmente en la nube consumista por el crédito masivo y la explotación exportada. La vivienda —sin ir más lejos—, el bien básico y primordial de toda familia, solo podía ser adquirida bajo esclavitud hipotecaria de 30 años y aún hoy sigue a niveles lejos de toda sensatez económica. Los precios suben, los sueldos bajan o desaparecen, las horas extra se agolpan impagadas por temor al vacío, y la televisión, las drogas y la diversión anestesian el escaso tiempo libre para esquivar los insistentes golpes de la realidad.

La consciencia de esta situación se abre paso al ritmo al que aumenta el paro, la insolvencia, la precariedad laboral y la incertidumbre, pero también al ritmo de la información transmitida en las calles y en los tajos, en Internet y en los libros, que poco a poco va calando en las mentes predispuestas por el acontecimiento mediático del 15M. Lenta pero inexorablemente, el velo de seda rosa va dejando entrever la carne cruda, en descomposición, de la carroña sobrante del festín capitalista: una masa excedente de humanos-mercancía que debe ser entregada a los cuatro jinetes de apocalipsis para mantener bajos los salarios, largas las jornadas y crecientes los beneficios. El molino satánico del mercado no admite contemplaciones. La imposible gran transformación es impuesta una vez más.

Las sociedades son mastodontes cuyos pasos no toman segundos, sino años, y tres años después de la implosión financiera e inmobiliaria de 2008, los resortes de subsistencia comienzan a saltar por los aires. Las familias sin ingresos ya a duras penas pueden encomendarse a unos familiares que no tienen la capacidad de sostenerlas eternamente, y menos aún cuando estos también sufren la devastación en sus carnes. Las expropiaciones de viviendas, evidencia trágica de que los bancos nunca asumieron riesgo alguno, arrojan a familias enteras al asfalto, la beneficencia y la desesperación. Y el movimiento del 15M de hoy no es ni la sombra de lo que será el estallido de desesperación rabiosa que acontecerá tan pronto nuevos latigazos del dios Mercado restallen sobre la herida supurante del ciudadano-trabajador-consumidor.

Las brumas que ocultan el futuro no dejan atisbar mucho, pero sí lo suficiente como para apuntar probabilidades. El Partido Popular, alienación mediante, logrará los votos de sus víctimas y pronto continuará con las profundas reformas ansiadas por la camarilla empresarial. El PSOE, en su deriva social-liberal, ya no será votado más que por ingenuidad, confusión o miedo a la derecha. Mientras tanto, el movimiento del 15M poco a poco abandonará su pacifismo suicida al son de una ciudadanísima policía entregada sin rechistar a hacer de matón en este robo a gran escala. Los ánimos caldeados durante la campaña electoral llevarán a Rubalcaba a una difícil elección: usar demasiada fuerza dañaría su imagen en los medios, usar poca podría ser insuficiente contra un movimiento que ya se acerca al Ministerio del Interior y a otras instituciones del gobierno, que es de su partido. Pero esto no importará mucho, pues el nuevo presidente será probablemente Rajoy, el cual no dudará en usar abiertamente la fuerza tras escenificar un prefabricado acercamiento y alejamiento del 15M que lo dibujará en los medios como movimiento ajeno al diálogo, sucio, conspirador y demás cantinela. Al mismo tiempo, el agua empezará a hervir con nuevas reformas y malas noticias económicas. La desesperación crecerá y la tensión hará lo propio. Los sindicatos oficiosos dejarán de sentirse atados al no haber entonces un gobierno pretendidamente de izquierdas. Los sindicatos combativos desarrollarán su ya declarado proyecto de huelga general. Una hostia volará por aquí. Otra por allá. La manipulación televisiva polarizará a la población y la derecha dará alas al fascismo como contrapartida callejera a la izquierda activa. Los ignorantes contumaces y los crédulos, alentados por discursos revertianos de cojones y naciones, se prestarán enardecidos al salvapatrias de turno, que los lanzará a la calle como escuadras del odio… Y entonces, solo entonces, podremos saber si nuestra sociedad ha aprendido algo del pasado, si ha desarrollado su conciencia política y social, si ha conseguido ir más allá del trabajo y el estudio como meras actividades mecánicas. Sin conciencia generalizada, una nueva lucha entre pobres podrá surgir, al tiempo que los culpables de la situación continuarán enriqueciéndose a su costa.

Destruid vuestros televisores antes de que sea demasiado tarde. Leed variado y sin prejuicios. No os arrastréis servilmente ante el abuso y el derrotismo. Concienciaos y concienciad. Es preferible prepararse para un futuro oscuro y que luego sea más claro de lo esperado a que este nos descubra desnudos y sin capacidad para reaccionar.

Juan C. Valls

Puedes citar este artículo como:

Valls, J. C. «De los trazos del pasado a los trazos del futuro (Movimiento 15M)», La prisión mental. URL: https://laprisionmental.wordpress.com/2011/08/08/de-los-trazos-del-pasado-a-los-trazos-del-futuro-movimiento-15m/.


No hay objetivos comunes, reconozcámoslo de una vez (Movimiento 15-M)

May 31, 2011

No dejan de escucharse, tanto en las asambleas como en la Red, continuas llamadas a la unión y a los supuestos objetivos iniciales. Unión y acuerdos de mínimos, como si las acampadas, asambleas o el cibergurú de turno representaran a la población española y no meramente a sí mismos.

Por doquier vemos que la unión se pone por encima de cualquier cosa en aras del asombroso propósito de dirigirnos hacia no se sabe bien dónde. ¿Qué objetivos son esos que hay que defender y que supuestamente nos llevan a la unión y viceversa? Pues, al parecer, son ese pastiche voluntarista y socialdemócrata de aquella plataforma llamada Democracia Real Ya que, por el simple hecho de haber canalizado exitosamente la indignación en el 15-M, ahora muchos (aunque no ellos mismos) dicen que representa sus fundamentos, la voluntad de los protestantes, su espíritu…

¡Pero esto es ilusorio! No existen tales supuestos objetivos compartidos por todos. Nadie está de acuerdo siquiera en uno solo. ¿Acaso el hecho de que yo saliera a la calle el 15-M significa que lo hiciera por lo que proponía DRY? ¿De verdad? ¿Y los que salieron más tarde? Yo pensaba que la gente salía y sale a la calle con DRY, WET o con la madre del cordero porque está hasta las pelotas; porque siente la necesidad de elevar su quejido agónico ante un mundo que la oprime y marchita; porque la presión no puede contenerse por más tiempo en su interior y el dolor escapa ya sin mordaza en forma de aullido visceral. Si la gente salió el 15-M y el resto de días a las calles fue por esto mismo junto a mil y una razones diferentes más, expresión de la natural diversidad de ideologías, conocimientos, perspectivas, deseos, sentimientos, voluntades… ¡No hay objetivos comunes originales ni acuerdos mínimos sobre lo que hay que hacer! Lo que hay de común en todos nosotros no es más que un deseo abstracto de mejora del sistema económico-político. ¡Y ya está!

Lo que empezó como una protesta no ha dejado de ser nunca una protesta. Es una protesta que se prolongó muchos días y que se ha pretendido convertir en un proyecto político desde el eclecticismo ideológico de aquel llamamiento de DRY. Pero no, esto es imposible. No se puede construir nada sobre cimientos de agua. Se ha intentado seguir el programa de la inclusividad absoluta que transpiraba DRY sin ser conscientes de que tal proyecto era imposible de partida. Tal inclusividad solo puede ser efectiva para convocar manifestaciones, para reunir, pero nunca para unir bajo un mismo proyecto político. ¿Qué proyecto, acaso? ¿Qué política? ¿Qué fundamentos? Peticiones de aquí y allí. Propuestas de allá y acullá. Las cenagosas aguas del pantano.

Acogerse al gotelé de reivindicaciones de DRY, de la asamblea de Peralta o de Don Pimpón el tecnopontífice es encaminarse al fracaso más rotundo y absoluto, como ya se está viendo. ¿Qué sentido tiene mantener tal o cuál acampada de momento si no se tienen claros los objetivos? ¿De verdad hemos montado todo esto para reclamar lo que ya tenían varios partidos políticos en sus programas? ¿Un cambio en la ley electoral? ¿Un azote tímido en el trasero de los bancos? Para este viaje no necesitábamos alforjas. Muchas personas no estamos saliendo a la calle con objetivos tan superficiales, pero parece que los cielos han hablado y hay que aceptarlos, pues son la voluntad de algún todo en el que no estamos incluidos.

Tan pronto las acampadas adoptaron la actitud promovida por DRY —consistente en amalgamar un totum revolutum—, la supuesta unión buscada no ha sido más que artificiosa e irreal. El sustento de esta unión total es imposible dada la diversidad de perspectivas, de evaluaciones, de fundamentos, de conocimientos, de ideas, de valores, de expectativas, de deseos… El consenso se prima, no se impone. No hay unión total sobre cimientos ausentes, diversos o incompatibles. El movimiento no puede seguir siendo un movimiento, sino que habrá de desdoblarse en varios según lo imponga su diferencia o bien perecer por conflictos internos. Aspirar a una homogeneización total es ingenuo y temerario, como lo son el populismo, el mesianismo y el dogmatismo. La diferencia ha de reconocerse y no eliminarse. La estrategia de DRY es, como dije, exitosa para la convocatoria, pero contraproducente para la política.

Las manifestaciones, las protestas, las actividades, las asambleas, los foros de internet y los chats son magníficos, claro que sí. Son los medios en los que nos encontramos, dialogamos, discutimos, acordamos, divergimos. Son la esencia de la democracia y el sustrato último de la vida pública. No los usemos con la intención de crear una masa homogénea imposible. No caigamos en un decisionismo vacuo y estéril. Usémoslos para elaborar interpretaciones informadas y conscientes del presente. Hagamos hermenéutica para establecer las bases teóricas y prácticas que nos permitirán definir con claridad objetivos de cambio a largo plazo y estrategias para alcanzarlos. Es la hora del recogimiento, la lectura, la reflexión… Es la hora de la filosofía.

Si no empezamos a construir los cimientos, la organización social alcanzada seguirá navegando sin rumbo fijo y, como bien apuntó Séneca, a aquel que no sabe hacia dónde se dirige su barco ningún viento le será favorable. Nuestros futuros proyectos serán probablemente diversos, pero todos serán hermanos con un espíritu común: el espíritu de las personas que hablan y deciden entre sí como iguales; como lo que son, personas, y no como autómatas al servicio de los dogmas.

Juan C. Valls

Puedes citar este artículo como:

Valls, J. C. «No hay objetivos comunes, reconozcámoslo de una vez (Movimiento 15-M)». La prisión mental. URL: https://laprisionmental.wordpress.com/2011/05/31/no-hay-objetivos-comunes-reconozcamoslo-de-una-vez-movimiento-15-m/.


Logros, peligros e incertidumbres del movimiento 15M

May 23, 2011

Atención: si te parece interesante este artículo, por favor, haz que llegue a las asambleas.

La Semana Soleada de mayo de 2011 ha marcado el inicio de un período revolucionario que de ahora en adelante continuará a la sombra de los medios de desinformación masiva. Estos medios, que crean la realidad de la mayor parte de la población, harán desaparecer las actuales protestas tan pronto la fatiga informacional y la adicción al consumo de novedades prefabricadas haga acto de presencia. Pero esta ausencia de hiperrealidad mediática no cancelará la realidad misma, sino que la liberará de condicionantes varios y de factores perturbadores. En ella, el movimiento seguirá desarrollándose a manos de las personas verdaderamente implicadas y comprometidas, cuyas inteligencia, voluntad y perseverancia serán decisivas para su trascendencia.

No obstante, el destello de la Semana Soleada no habrá sido en vano. Las asambleas y su éxito mediático ya han supuesto algunos logros que, a mi juicio, son muy importantes, como:

  • Sacudida en el espíritu de la época. Las ideas preconcebidas, los estereotipos y las actitudes acríticas en aspectos políticos y sociales han dado paso en muchas personas a un estado mental de apertura y receptividad a nuevas concepciones. En ello ha influido la autoridad atribuida a medios como la TV, que se ha visto forzada a presentar lenguajes ajenos a los del poder establecido y oficializado. (Ignoramos aquí los canales que tienen una especial vocación humorística-circense). El discurso monológico que muestra el mundo existente como el único mundo posible se ha tambaleado en los mismos medios que lo sostienen.
  • Revitalización del asamblearismo, la autogestión y la democracia directa. La asamblea como órgano de autogestión horizontal de la sociedad es ahora conocida por muchas personas. Son inevitables las comparaciones con la democracia liberal que, bajo el disfraz de representacionismo ciudadano, representa —casi en exclusiva— a las camarillas económicas en colusión predatoria contra el ciudadano-trabajador-consumidor.
  • Puesta en cuestión del statu quo y manifestación ineludible de la necesidad de un cambio profundo en el sistema político y económico.
  • Puesta en pie de guerra de una parte considerable de la población. Las manifestaciones podrán acoger más fácilmente un mayor número de personas y propuestas. Las reivindicaciones en otros ámbitos se auguran más frecuentes.
  • Canalización del hastío, la rabia y la indignación hacia la organización combativa y reflexiva.
  • Movilización de personas hasta ahora poco interesadas en la política. Esto abre la posibilidad de que se reduzca la sumisión laboral e intelectual.
  • Aparición de un nuevo referente de lucha social, que trasciende las organizaciones clásicas y sus proyectos microscópicos.
  • Establecimiento de contactos, relaciones e intercambios entre grupos activistas. Enriquecimiento mutuo.
  • Experiencia. La práctica asamblearia en un ámbito abierto y diverso ha permitido aprender y plantear la corrección de errores hasta ahora poco visibles. La experiencia adquirida en movilización y organización a través de Internet servirá para mejorar la eficacia y la eficiencia de estos movimientos. El aprendizaje puede ayudar también a incrementar la solidez y cohesión de los grupos.
  • Aumento de la autoestima y de la confianza de la ciudadanía en que se puede hacer algo para cambiar las cosas. La pasividad generada por el vaciamiento de la política institucionalizada puede dar paso a la actividad y al uso de nuevos discursos.
  • Planteamiento de metas y horizontes hasta ahora circunscritos a ámbitos intelectuales y de debate. Se perfila la aplicabilidad de diversos proyectos.

Pero de la misma forma que ha habido logros, también han aparecido peligros. A continuación expongo los más importantes junto a algunas indicaciones para reducirlos:

  • Ingenuidad. No se puede pretender amontonar ideas y propuestas sin orden ni concierto y que estas se lleven a cabo. Esto debe responder a una fundamentación teórica y práctica lo suficientemente sólida y consciente del momento como para superar el voluntarismo bienintencionado pero ingenuo. Este peligro está presente desde los orígenes de las protestas. No basta con saber lo que se quiere en aspectos concretos: todo ello es irrealizable si no se aborda desde fundamentos lúcidos que lo hagan posible.
  • Falta de conciencia e inteligencia. Ningún movimiento puede tener éxito sin cabezas pensantes bien informadas y conocedoras del medio en el que se desarrolla. Es imprescindible ser hermeneutas del presente para ser conscientes de los trazos del futuro. Hay que pensar estratégicamente sin violar los principios morales del proyecto.
  • Mala gestión de los tiempos. La inconsciencia anterior puede llevar a la precipitación o al rezago y, de esta forma, poner en riesgo el futuro de los proyectos. Hay que conocer el momento y actuar en consecuencia. Adelantar acontecimientos puede suponer el bloqueo de acciones futuras, la generación de resistencias y la inocuidad de los mensajes, a los que se suma el desperdicio de recursos. Este problema empieza a darse en algunos lugares.
  • La parálisis del análisis. Analizar excesivamente puede llevar al rezago antes mencionado y a desaprovechar, así, las oportunidades. Cabe elaborar mecanismos para romper este tipo de bloqueos con decisiones fundamentadas y razonables, aunque no perfectas. La perfección no existe.
  • Fundamentalismo, dogmatismo y cerrazón mental. No hay que ser más papistas que el papa. Más vale estar abiertos a las ideas sin encasillarlas rápidamente bajo categorías para a continuación rechazarlas. Pensar, hablar, discutir, acordar y vuelta a pensar, hablar… ¡Abajo los prejuicios!
  • División endógena. El bombo mediático junto a la táctica aglutinadora de Democracia Real Ya han creado la ilusión de unión y victoria. Tan pronto la intensidad se reduzca y los proyectos comiencen a desarrollarse, la diversidad ideológica se hará cada vez más patente. Esta diversidad debe ser canalizada hacia foros y órganos de discusión ordenados antes de que cause enemistades y fracturas irreparables. La táctica de convocatoria «al margen de ideologías» de Democracia Real Ya es exitosa en la movilización, pero inútil y contraproducente en lo político. Este peligro ya está apareciendo.
  • Desvirtuación y desarticulación exógena. Los gobiernos y partidos políticos intentarán despedazar el movimiento atrayendo las partes que les sean más afines y boicoteando su organización. Frente a la infiltración y la tensión, solo cabe una sólida integridad moral y una organización poco visible y permeable a las instituciones. Plantearse la formación de partidos es ingenuo e inconsciente, y supone la claudicación frente a la perversa lógica del pseudo-representacionismo. Cabe tener cuidado con la mala prensa forzada para desprestigiar los proyectos.

Si todo esto es así, entonces se nos plantean diversas incertidumbres sobre el futuro del movimiento:

  • Es incierto si este estallido de rabia e indignación cristalizará en proyectos conscientes e informados o si se evaporará por la división. Lo que está claro es que las protestas continuarán.
  • Es incierta la trascendencia práctica que podrá tener en el futuro y su influencia en distintas capas y ámbitos de la sociedad. Todo ello depende de la organización y de la inteligencia de sus activistas.
  • Es incierto el impacto que tendrá en el ámbito laboral, que paradójicamente es aquel en el que más se sufren los problemas de este sistema económico-político.
  • Es incierta la lectura que harán de este movimiento los partidos políticos y cómo intentarán capitalizarlo o anularlo. Lo que está claro es que intentarán hacer alguna de estas cosas.
  • Es incierta la deriva de los sindicatos oficiosos, cuyas bases notan cada vez más la traición de las cúpulas. Una presión desde abajo hacia arriba es imprescindible para que hagan autocrítica pública y adopten una actitud más combativa.
  • Es incierta la deriva macroscópica de las ideas. Es posible que la sociedad se polarice pese a que su mayor parte sufra los mismos problemas. La alienación causa estragos, y hay cadenas de TV especializadas en ello.

Después de todo esto, solo me resta animar a la participación en los proyectos que se están forjando y recordar que la teoría y la práctica son caras de una misma moneda: indisolubles e imprescindibles entre sí.

Juan C. Valls

Puedes citar este artículo como:

Valls, J. C. «Logros, peligros e incertidumbres del movimiento 15M», La prisión mental. URL: https://laprisionmental.wordpress.com/2011/05/23/logros-peligros-e-incertidumbres-del-movimiento-15m/.