¡Quejicosos del mundo, uníos!

«Los sindicatos son unos vendidos. Tendrían que haber salido antes, cuando el paro empezó a crecer». Es frecuente escuchar este tipo de comentarios tanto en la calle como en los foros de internet. Hasta cierto punto encierran algo de verdad, puesto que el sistema político y económico en el que vivimos reúne las condiciones perfectas para que se dé este problema. Pero dejando esto a un lado, ¿es que acaso hacemos algo nosotros para defender nuestros derechos? ¿por qué habríamos de esperar que otros lo hicieran si ni siquiera nosotros, los mayores interesados, lo hacemos?

Se nos llena la boca constantemente de quejas, críticas, exigencias y reclamaciones airadas contra el resto del mundo, pero cuando se trata de levantar el culo, de hacer algo más que quejarse al viento, aquí nadie mueve un puto dedo. Sí, digo nadie porque la insignificante minoría que se mueve no solo no obtiene reconocimiento por su labor, antes bien es increpada y señalada como responsable del problema. Aquí todos somos tan listos que para hacer lo que nos gusta invertimos mucho tiempo y esfuerzo, mientras que para defender las cosas que hacen esto posible, nuestros derechos, delegamos y decimos «¡ah! que me defiendan otros, que yo bastante tengo con pagar mis impuestos».

Sí, señores, parece que con votar cada cuatro años o pagar impuestos la responsabilidad de defender los derechos de uno ya es cosa de otros. ¿Qué es eso de manifestaciones? ¿Qué es eso de concentraciones? ¿Qué es eso de hacer huelgas? ¡Eso que lo hagan los sindicatos, que para eso reciben dinero de nuestros impuestos! ¡Eso que lo hagan los jóvenes! ¡Eso que lo hagan las asociaciones de activistas! En definitiva, ¡eso que lo hagan otros!

Qué bonito, ¿verdad? Todo esto sería perfecto en un mundo en el que unos cuantos profesionales sindicales pudieran hacer la presión suficiente para defender a los trabajadores de todo un país. Pero resulta que nuestro mundo es distinto y aquí lo que cuentan son las multitudes con cara de mala leche (y a veces ni eso). Aquí, para defender los derechos de uno hay que mover el culo y percatarse de que muchas organizaciones llevan convocando manifestaciones desde que comenzó la crisis. Hay que tener un mínimo de interés y darse cuenta de que algunas personas se han movido todo este tiempo mientras el resto no hacía más que quejarse. Y hay que tener la cara muy dura para que, después de no haber hecho una mierda por defender los derechos de uno mismo —no ya del resto—, se critique a diestro y siniestro ¡por no haberlo hecho en su lugar! Debe de ser que ir a una manifestación es una actividad que requiere un gran esfuerzo físico. O quizás es que eso de defender derechos es algo aburrido y poco interesante, nunca comparable al paseíllo de 23 individuos vestidos de rojo sobre un autocar. O tal vez es que una gran mayoría de personas apenas se plantea cuestiones tan etéreas… Probablemente es que nuestras sociedades no están formadas por personas responsables, sino por autómatas de trabajodiversión para los que cualquier otra cosa debe ser responsabilidad del indispensable papá estado y sus ramificaciones burocráticas. ¿Manifestarse? ¿Hacer huelgas? ¡Que el gobierno cree un ministerio para eso!

Parece que en el tiempo en que nos ha tocado vivir ya no hay trabajadores que respondan a la llamada de unión de los proletarios; solo hay quejicas en distintos grados. Así pues, como uno que se acaba de quejar y que ha tomado conciencia de su condición de quejica, solo me resta convocaros al grito de:

¡Quejicosos del mundo, uníos!

Juan C. V.

19 Responses to ¡Quejicosos del mundo, uníos!

  1. […] ¡Quejicosos del mundo, uníos! [ laprisionmental.wordpress.com ] […]

  2. Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: “Los sindicatos son unos vendidos. Tendrían que haber salido antes, cuando el paro empezó a crecer”. Es frecuente escuchar este tipo de comentarios tanto en la calle como en los foros de internet. Hasta cierto punto encierran…..

  3. Glen dice:

    cuestiones del lenguaje aparte (un poco subido para mi gusto) estoy completamente de acuerdo contigo. Pienso que el principal problema de este país es la mentalidad que existe, la que predomina. Y un rasgo de esa mentalidad es el que apuntas: la actitud de los trabajadores que prefieren quejarse (casi siempre a quien no corresponde, muchas veces sin tener conocimiento suficiente de la materia) en vez de hacer algo. En este país sobra el victimismo y falta la autocrítica. Y algo que se echa a faltar mucho es la responsabilidad colectiva. A mí me parece que la huelga del 29 llega tarde; creo que los sindicatos deberían haberse manifestado antes exigiendo cambios estructurales importantes. Pero una cosa la tengo clara: si los sindicatos dicen huelga, yo voy a la huelga, discrepancias aparte. Y no me considero un borreguillo por ello. Yo sí tengo mentalidad colectiva y sé cuándo hay que dejar de lado los intereses o puntos de vista individuales para pensar en el conjunto de la sociedad, porque precisamente, lo que da fuerza a los trabajadores es la unidad, y para que haya unidad por un momento todos tenemos que dejar de pensar en nosotros mismos.
    Si todos los trabajadores fuéramos conscientes de esto, en este país las cosas nos irían mucho mejor.

  4. TUFONEOLIBERAL dice:

    Quien no defiende sus derechos no los merece. Este es un pais derechista y rico que no necesita esos derechos, asi que ahora que llegan los recortes, seguiran votando lo mismo para que esto SOCIOLIBERALES O LOS DERECHISTAS DE SIEMPRE, les sigan usurpando sus derecho y el bienestar social que otros lograron a base de lucha, carcel y sangre.
    Saludos

  5. Así es. Los sindicatos mayoritarios podrían haber hecho más y antes, pero no hay que olvidar que son asociaciones de trabajadores, y si los trabajadores mismos no se han movido apenas en todo este tiempo, es lógico que esto se refleje en los sindicatos. Si a esto le añadimos el efecto ralentizador que tienen todas las jerarquías, el resultado está claro.

    No obstante, manifestaciones (y huelgas) ha habido muchas, incluidas las del primero de mayo cada año, las cuales nadie puede objetar no conocer. Yo he ido a esas manifestaciones entre otras y me he calentado bastante cuando no he visto a toda esa gente tan criticona y quejica respecto a su situación. «¿Dónde estarán?», me preguntaba; y la respuesta venía rápidamente a mi mente: de campo y playa, sin duda quejándose de que LOS DEMÁS deberían hacer tal cosa o tal otra. Es curioso lo de esta gente, porque siempre son los demás los que tienen que hacer las cosas, ellos solo están para disfrutar los resultados.

    Como anécdota especialmente triste y representativa de la degeneración de nuestra sociedad, puedo contaros que en una de esas manifestaciones recuerdo perfectamente cómo una mujer que caminaba por la acera se llevó la mano a la mejilla al paso de los manifestantes en el típico gesto de «¡vaya cara tenéis!»… Lo peor de todo es que el sindicato al que se lo hacía era precisamente la CNT, que ni acepta subvenciones, ni tiene liberados… ¡La ignorancia es tan atrevida!

  6. Carlos dice:

    Muy bueno. Estoy harto de esos comentarios (la mayoria de ellos de gente del PPSOE), que intentan desmotivar a la gente de cara a la huelga.

  7. Xana dice:

    Totalmente de acuerdo, cuánto quejica de sofá.

    Preguntarse para qué necesitan los trabajadores y trabajadoras al sindicato es como preguntarse porqué los pulmones necesitan aire. Sin él, se asfixian, y sin sindicatos, los empresarios ahogan a la clase trabajadora. No hay más …que hacer u…n pequeño análisis histórico, o ver la situación actual de esos sectores en hostelería o servicios a los que el movimiento sindical no consigue llegar. El sindicato es una organización de y para la clase trabajadora, sin la cual tendríamos que negociar individualmente todas nuestras condiciones de trabajo y depender de los buenos sentimientos de nuestro patrón. Yo puedo entender, aunque no comparta siempre, que éste o aquél no guste, o incluso que se defienda crear uno nuevo. Pero plantear su inexistencia… ya les gustaría a la patronal, por algo será.

    Y si hay vividores y caciques, es porque lo permiten los votos de unos y la falta de participación de otros, éstos últimos probablemente los mismos que se quejan de que los sindicatos no hacen nada por ellos.

  8. Leonor dice:

    Hola, he conocido tu blog mediante un comentario tuyo en 20 minutos. Creo que tus palabras son las que necesita oír esta sociedad. Y por supuesto que te animo a que sigas publicando, creo que con gente como tú ayudaremos a despertar a la gente y a que olvide que no todo en la vida es fútbol, Fórmula 1 y telebasura, que no son más que herramientas de los mandamases para que no exigamos nuestros derechos como pueblo soberano.
    Saludos.

  9. elmisterito dice:

    Hola! Acabo de conocer esta pagina por un comentario que dejaste en el 20 minutos, al leer el comentario me quede impresionado al ver que por fin alguien se levanta de su asiento y se mueve y lucha por defender su causa, al ver esta pagina me di cuenta de que iba en serio y al leer el texto que hay a la entrada me convenci de que esto era real, que no era otra persona que se quejaba y punto, me di cuenta de que alguien queria algo mas que quejarse en internet, y ya solo por eso admiro a la persona que se esta currando todo esto. Tambien estoy de acuerdo con todo lo que dices, ya una persona sea de izquierdas, de derechas o de lo que sea, esto afecta a todos individualmente de nuestros ideales, nos tenemos que unir y defender lo que es nuestro, lo que ocurre ahora es que o protestan una minoria y el resto no hace nada por lo tanto ni hacen caso a esa minoria, o protestan bastantes pero de forma individual con el mismo resultado. Yo apoyo esta pagina y que siga adelante, la gente tiene que movilizarse al igual que lo hicieron nuestros antepasados, lo hicieron otros paises y lo tendremos que hacer nosotros, el problema esque nos hemos vuelto muy comodos con la TV, el sillon, el que votemos a alguien que trabaje por nosotros,etc..Eso ya no funciona! o nos defendemos nuestras espaldas o nadie lo hara por nosotros y juntos seguramente nos vaya mejor que separados, de nuevo mi apoyo a esta pagina que deberia conocerla mas gente y unirse a la causa pues esto esta en boca de todos pero ¿quien hace algo? ¿quien dice algo? No dejemos esto en manos de sindicatos que actuan tarde, mal y nunca, defendamos lo que es nuestro.
    Gracias y suerte con la pagina!

  10. Me alegro de que os guste y os agradezco los ánimos para seguir. Pronto escribiré otra entrada que sirva de guía para pasar a la acción. ¡Un saludo!

  11. Adrián dice:

    Me pregunto… ¿qué opinas de las «personas» que destrozarían mi coche, cuando no me asaltarían con bates de béisbol, si mañana me atrevo a acudir a mi lugar de trabajo?.

    • Hola, Adrián. No me parece necesario ni justificado el uso de la violencia para evitar que los que quieran acudir a trabajar lo hagan. Lo que indicas no es una situación especialmente habitual, aunque es cierto que se da en ocasiones, sobre todo en zonas calientes.

      Solo espero que tu decisión de ir a trabajar esté bien meditada y que comprendas lo que podemos perder todos (tú incluido) si reformas como esta permanecen sin contestación. También espero que comprendas que las condiciones bajo las que vives no las has creado tú solo, sino que en gran medida han venido dadas por una sociedad donde existen unos derechos logrados con sudor y sangre. Es fácil aprovecharse de esto y despreocuparse justo el único día en que se requiere tu participación, pero esto no es más que parasitismo. Por coherencia, si no estás de acuerdo con la huelga y no la secundas, te rogaría que le pidieses a tu jefe que, aunque en el futuro se eliminase la reforma, te mantuviese a ti todos sus efectos. Sería lo justo.

      Entiendo que para alguna gente sea difícil ver la pérdida de derechos que supone la reforma, así como sus posibles consecuencias. También sé que hay personas que desgraciadamente han sido amenazadas (veladamente) con el despido si no acuden a su lugar de trabajo y otras que lamentablemente ganan tan poco que perder un día de sueldo les supondría perder también un día de comida y aseo. Si has decidido no hacer la huelga por alguno de estos motivos, te pediría que al menos acudieses a la manifestación de tu ciudad.

      Un saludo.

  12. araphant dice:

    Tienes razón. La culpa de la situación la tenemos nosotros, todos. No hemos movido un solo dedo (como los sindicatos hasta ahora), pasamos todo el día quejándonos pero no hacemos nada para arreglar la situación salvo llorar y dar pataletas cuando la cosa ya no tiene arreglo (como los sindicatos). También hay que decir -aunque no sirva de excusa- que los organismos que deberían servir para unir a la sociedad y para despertarnos, lo único que han hecho ha sido ayudar a mantenernos dormidos y desilusionados. Hablo de medios de comunicación, asociaciones y, sí, sindicatos. Ahora los sindicatos se han movido y han convocado una huelga general. Con cuatro millones de parados y una reforma laboral ya aprobada. Pues yo también me voy a mover. Mañana voy a ir a trabajar para ganarme el pan, porque llevo dos años viendo que está claro que solo puedo contar conmigo mismo. ¡Salud y república! ¡Ahí os quedáis quejicosos todos!

    • Hola araphant. Quizás es que no te has preocupado por saber si había manifestaciones, o tal vez has ignorado (como suele hacer la mayoría de la gente cuando las cosas no pintan mal para ellos) los numerosos carteles de convocatorias diversas desde que comenzó la crisis. Los sindicados podrían haber hecho más, pero en nuestras manos está cambiarlos. Así todo, en los últimos años ha habido numerosas huelgas relativas a conflictos en sectores concretos. Esta reforma laboral resulta que no es para un sector concreto, sino para todos. Además, es algo que afecta a los trabajadores en activo, no solo a los parados (¿hubieses secundado una huelga por el elevado paro? ja…). Aquí está la consecuencia lógica y concreta a algo concreto como es esta agresión general a toda la clase asalariada.

      • araphant dice:

        Yo llevo tres años viendo como en empresas de mi sector hacían ERE o despedían sin más a su personal. En mi empresa he visto como han despedido a casi la mitad de los trabajadores y como tenemos que hacer ahora nuestro trabajo y el de los despedidos. Por cierto, estoy afiliado a un sindicato, y ¿sabes cuál es su respuesta para todo? Denuncia a la empresa, amenaza a la empresa, llama a un inspector de trabajo… He visto como una empresa de mi sector hacía eso y acababa con todos en la calle (excepto el comité de empresa, claro) Poerque yo no trabajo en una gran empresa ni en una multinacional, cuyos actos tienen una gran repercusión mediática. Pertenezco a la PYME. Esas empresas que hacen lo que quieren porque no tienen capital público y no salen en los grandesmedios de comunicación. Mis compañeros y yo somos mileuristas con hipotecas, hijos y deudas, y con miedo de quedarnos sin trabajo y engrosar las listas del paro. Así que no soy uno de esos para los que las cosas no pintan mal. Pero, qué quieres que te diga, ir mañana a agitar unas pancartas para al día siguiente volver al curro a agachar la cabeza, pues no me hace mucha ilusión, la verdad. Prefiero seguir currando y haciendo la poca presión que puedo hacer a mis jefes desde mi puesto de trabajo que es lo que llevo haciendo desde hace dos años. Si me dijeras que a partir de mañana vamos a rebelarnos contra el sistema, a negarnos a hecer lo que nos mandan, a cambiar con nuestros actos la situación que vivimos aunque tardemos meses, yo me apuntaría el primero. Lo que hace falta es una rebelión de verdad, no ir a hacer el paripé un día delante de las cámaras. Y para que conste desde ya, que no me vendad humo y no me hablen mañana de éxito de la huelga si van diez, veinte o treinta millones. Esta huelga sólo tendrá éxito si hace cambiar de opinión al gobierno de Zapatero y retira la reforma y sus apoyos a bancos y grandes empresarios, porque sólo así se arreglará la situación que vivimos. Una utopía ¿no te parece?

      • Estoy bastante de acuerdo con casi todo lo que escribes. Solo me queda decirte que existen sindicatos más combativos que otros y que quizás ese en el que estés no sea el más acorde a las ideas que defiendes. No obstante, no nos engañemos. Los sindicatos tampoco son una receta mágica que pueda combatir todas las agresiones en el trabajo. Son solo una herramienta más para luchar por nuestros derechos y, como todo en una sociedad donde la ley que más vale es la del mercado, su capacidad de acción está encorsetada por el dinero, una legalidad no demasiado propicia y el poder casi absoluto que tiene el propietario sobre la empresa.

  13. […] derechos, vayan contigo a una manifestación? Una forma sería haciendo que leyesen textos como el ¡Quejicosos del mundo, uníos! que escribí hace un tiempo, que abundan en Internet; pero hay gente demasiado anquilosada… […]

  14. Oye, no tienes twitter? @miriamhdz

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